miércoles, 31 de marzo de 2010

El Nazareno de San Pablo y la Poesía del Limonero del Señor (Andrés Eloy Blanco)

Hola a todos/as...!!

Todos los miércoles santos, miles de devotos feligreses, muchos de ellos vestidos de túnicas moradas asisten de distintos Estados de Venezuela y se reunen frente a la Capilla de Santa Teresa desde muy temprano en la mañana como fieles devotos al Nazareno de San Pablo, ésta devoción al Nazareno comenzó en 1696, cuando azotaba a Caracas una epidemia de peste incurable, se le ocurrió al pueblo recurrir a Dios y entonces sacaron en procesión al Nazareno de San Pablo, la imagen tropieza con un limonero que estaba en la esquina de Miraflores y se le enreda un gajo de limones en la corona de espinas, esto fue interpretado como un signo de Dios y comenzaron a darle la bebida como medicina a los enfermos, los cuales comenzaron a curarse prontamente, desde ese momento se inicia la tradición de la devoción del Nazareno año tras año todos los miércoles santos, hasta nuestros días...


El Nazareno de San Pablo


La imagen del Nazareno fue tallada en el siglo XVII en Sevilla España, se le atribuye su elaboración a Felipe de Ribas, cuenta la tradición que al terminar la talla de la imagen, el Nazareno se le apareció y le dijo: "Dónde me has visto que me has hecho tan perfecto."
La talla fue trasladada a Caracas y llevada a la Capilla de San Pablo El Ermitaño, en 1674 fue consagrada por Fray González de Acuña. De allí debe su nombre de "Nazareno de San Pablo".
Lamentablemente en 1880, el General Guzmán Blanco ordena destruir el templo para construir el Teatro Municipal de Caracas, ésto molesta de tal manera a su esposa que la enferma...se dice que cuando Guzmán Blanco estaba inaugurando el Teatro, el Nazareno se le apareció y le preguntó: Dónde está mi Iglesia?...entonces desde es momento surgió la construcción de la Iglesia de Santa Teresa y Santa Ana, algunos historiadores y cronistas comentan que Guzmán Blanco mandó a construir la Basílica en honor de su esposa Ana Teresa Ibarra, en lo que estuvo terminada la Basílica, fue llevado el Nazareno de San Pablo.

Todos los fieles creyentes siguen la tradición y los miércoles santos adornan la talla con cinco mil orquideas y visten al Nazareno con una túnica bordada con hilo de oro.

El poema "El Limonero del Señor" refleja la tradición del pueblo Caraqueño en torno a la leyenda del Nazareno de San Pablo, esta tradición fue hecha poema por Andrés Eloy Blanco (poeta venezolano), bajo el nombre de “El Limonero del Señor”.
Les invito a ver un video con la poesía "El Limonero del Señor" Fuente: http://www.venetubo.com y también les he colocado la poesía:





“El Limonero del Señor”
Andrés Eloy Blanco (poeta venezolano)

En la esquina de Miracielos
agoniza la tradición.
¿Qué mano avara cortaría
el limonero del Señor?
Miracielos; casuchas nuevas,
con descrédito del color;
antaño hubiera allí una tapia
Y una arboleda y un portón.

Calle de piedras; el reflejo
encalambrado de un farol;
hacia la sombra, el aguafuerte
abocetado de un balcón,
a cuya vera se bajara,
para hacer guiños al amor,
el embozo de Guzmán Blanco
En algún lance de ocasión.

En el corral está sembrado,
junto al muro, junto al portón,
y por encima de la tapia
hacia la calle descolgó
un gajo verde y amarillo
el limonero del Señor.

Cuentan que en Pascua lo sembrara,
el año quince, un español,
y cada dueño de la siembra
de sus racimos exprimió
la limonada con azúcar
Para el día de San Simón.

Por la esquina de Miracielos,
en sus Miércoles de dolor,
el Nazareno de San Pablo
pasaba siempre en procesión.

Y llegó el año de la peste;
moría el pueblo bajo el sol;
con su cortejo de enlutados
pasaba al trote algún doctor,
y en un hartazgo dilataba
su puerta «Los Hijos de Dios».

La terapéutica era inútil;
andaba el Viático al vapor
Y por exceso de trabajo
se abreviaba la absolución.

Y pasó el Domingo de Ramos
y fue el Miércoles del Dolor
cuando, apestada y sollozante,
la muchedumbre en oración,
desde el claustro de San Felipe
hasta San Pablo, se agolpó.

Un aguacero de plegarias
asordó la Puerta Mayor
y el Nazareno de San Pablo
salió otra vez en procesión.

En el azul del empedrado
regaba flores el fervor;
banderolas en las paredes,
candilejas en el balcón,
el canelón y el miriñaque
el garrasí y el quitasol;
un predominio de morado
de incienso y de genuflexión.
«¡Oh Señor Dios de los Ejércitos.
la peste aléjanos, Señor!»

En la esquina de Miracielos
hubo una breve oscilación;
los portadores de las andas
se detuvieron; monseñor
el arzobispo, alzó los ojos
hacia la Cruz; la Cruz de Dios,
al pasar bajo el limonero,
entre sus gajos se enredó.
Sobre la frente del Mesías
hubo un rebote de verdor
y entre sus rizos tembló el oro
amarillo de la sazón.

De lo profundo del cortejo
partió la flecha de una voz:
«¡Milagro! ¡Es bálsamo, cristianos,
el limonero del Señor!»
Y veinte manos arrancaban
la cosecha de curación
que en la esquina de Miracielos
de los cielos enviaba Dios.
Y se curaron los pestosos
bebiendo el ácido licor
con agua clara de Catuche,
entre oración y oración.

Miracielos: casuchas nuevas;
la tapia desapareció.
¿Qué mano avara cortaría
el limonero del Señor?
¿Golpe de sordo mercachifle
o competencia del Doctor
o despecho de boticario
u ornato de la población?

El Nazareno de San Pablo
tuvo una casa y la perdió;
y tuvo un patio y una tapia,
y un limonero, y un portón;
¡mal haya el golpe que cortara
el limonero del Señor!
¡Mal haya el sino de esa mano
que desgajó la tradición!

Quizá en su tumba un limonero
floreció un día de Pasión,
y una nueva nevada de azahares
sobre su cruz desmigajó,
como lo hiciera aquella tarde
sobre la cruz en procesión,
en la esquina de Miracielos,
el limonero del Señor.

Seguimos en contacto...
Hasta el próximo post.!!!

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